ANTIGUA GRECIA
Religión y Mitología, aspectos de su origen.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez.
Introducción :
La religión y mitología han desempeñado un papel esencial en la vida de los pueblos, alimentan la cultura, y proporcionan una cohesión regulatoria en la sociedad, entre otros aspectos. Es por esto que resulta importante tener alguna idea de su origen y desarrollo, a pesar de ser un tema extenso y complejo. Bástenos considerar a la Civilización Griega desde sus orígenes cretense-micénicos, y tendríamos un largo período, algo mayor a los 3000 años, y de los cuales es posible trazar ciertas líneas generales que permiten apreciar algunos de sus aspectos más relevantes.
Objetivo : Ha sido el propósito de este trabajo mostrar algunas consideraciones que me han permitido entender, y señalar algunos de los aspectos del origen e interrelaciones entre el fenómeno religioso y la mitología de esta notable civilización.
Antecedentes : Iniciando por sus orígenes más remotos, ya se identifican algunas creencias de carácter totémico, probablemente desarrolladas a partir de primitivas religiones indoeuropeas, o más propiamente protoindoeuropeas, si es que le damos un valor sustancial a las semejanzas etimológicas, verbigracia, Zeus con el sánscrito Dyaus, o el caso de Urano con Varuna. Por otra parte, de los tótems de Creta se evoca el culto al toro, hasta las leyendas del origen de los mirmidones como descendientes de la hormigas ( myrmex= hormiga ), incluso en Atenas, esta la leyenda de Cécrope, el hombre-serpiente, que se creía era su fundador. Si bien, de los orígenes de la religión y mitología cretense-micénica, es poco lo que se sabe y es en gran parte, un conocimiento parcial. Puede afirmarse que fueron distintas inicialmente, sobre todo si tomamos en consideración sus diferencias de florecimiento y apogeo, aunque es de suponerse que con el transcurso del tiempo se fueran influyendo mutuamente. En este último aspecto, tal vez a partir de la apropiación de la escritura Lineal B, es que se muestran algunas similitudes muy sugerentes. Por otro lado, las dos formaron complejos elementos en la religión y mitología del mundo griego clásico, aunque en su época arcaica, tal vez hayan estado mezcladas en diversos grados. Por ejemplo, en Creta, un anillo de oro con sello, muestra a una mujer rezando junto a una columna, al tiempo que un dios baja del cielo, apreciándosele una figura y vestimentas antropomórficas. También se deduce de la leyenda del minotauro que probablemente los cretenses realizaran sacrificios. En el caso de los micénicos, Zeus y Poseidón, su hermano, eran con alguna seguridad sus divinidades superiores, aunque las referencias que de ellos nos han llegado consisten en una mezcla de historia con leyendas y mitología. Si bien, una buena parte de los datos provienen de las grandiosas epopeyas de la Ilíada y la Odisea (recuérdese que Homero vivió después de 600 años del apogeo micénico), de Hesiodo, con su notable obra de los Trabajos y los días (700 a.C.) de Apolodoro con su llamada Biblioteca (aprox. 180 a.C.) y de Higinio con sus Genealogías (200 a.C.), entre otros más. Al lector interesado en profundizar lo hasta aquí expuesto, se remite a : Dietrich B.C.: The Origins of the Greek Religion, Nueva York, 1973. Nilsson M.A.: A history of Greek Religion, Oxford, 1925. Harrison J.E.: Epilogomena to the study of Greek Religion, Nueva York, 1962. Garibay K. Angel Ma.: Mitología Griega, Dioses y Héroes, Ed. Porrúa S.A. Col Sepan Cuantos No. 31, México, 1986.
Desarrollo : En general, los antiguos griegos tuvieron una exuberante mitología, con bellas leyendas pobladas de muchas divinidades, por lo que el carácter básico de su religión fue politeísta. No obstante, tuvieron varias parejas de dioses mayores, a su vez los más antiguos, tal vez con el fin de ser más fácilmente comprensibles, y en varios casos poseían más poderes sobre otras deidades. Recordemos a las parejas de Zeus y Hera, Hermes y Atena, Apolo y Artemis, Poseidón y Démeter, Efesto y Afrodita. De este modo, es probable que guardaran algún carácter dual, y se pueda hablar de una relación con otras antiguas civilizaciones, sea de sus alrededores o precedentes en su origen histórico, incluso de tipo protoindoeuropeo. Por ejemplo, se sabe que en los orígenes de sus creencias se comparten elementos como el fetichismo (culto del pilar, piedras del rayo), adoración de objetos naturales (dendrolatría, como el pino, palmera, olivo e higuera -ficus ruminalis-) o de animales (toros, palomas y leones), hasta el culto a las armas (hoplolatría en la doble hacha). Por otra parte, y sin olvidarnos, que los otros viejos dioses de los pelasgos, como Cronos y Rea, se perdieran el dominio del Olimpo cuando Zeus destronó a Cronos. Si bien, es muy difícil determinar el origen de los dioses mayores del panteón Olímpico, hay cierto acuerdo entre los investigadores, que les encuentran precedentes, y con diversos grados de fusión en antiguas deidades cretense-micénicas. A pesar de la gran profusión de datos, solo mencionaré algunos de sus dioses y las relaciones entre ellos, que en mi opinión son relevantes para lograr la incorporación al cuadro histórico-panorámico, que se tiene como uno de los propósitos planteados. Anteriormente hablaba de la religión griega antigua como esencialmente politeísta, y me refería a algunas deidades. Hay que precisar, que tanto su religión como mitología, fueron fenómenos con un proceso largo, que evolucionaron paulatinamente, y se caracterizaron por divinidades antropomórficas, las cuales compartían tanto elementos físicos como rasgos de comportamiento humano. Se sabe que los elementos arios, procedentes de las primeras oleadas invasoras, traían dioses como el referido Zeus. En algunas leyendas se dice que era hijo de Cronos (primer gran dios del tiempo) y la diosa Rea; luego de que Zeus destronara a su padre, y de haber sido salvado por su madre, para que no fuera devorado por éste. A Zeus se le identificó como el sumo dios, que tenía entre sus atributos, el poder de la luz, el rayo, las tormentas y la lluvia, incluyéndole una serie de características de índole sexual; como notables ímpetus lujuriosos que le llevaron a engendrar otras deidades. Por ejemplo, logró sus deseos de violar a su madre que se había transformado en serpiente, estaba unido en matrimonio a su hermana Hera (diosa terrestre), y tuvo multitud de conflictos con ella por sus constantes infidelidades, con Eurinome engendró a las tres Gracias, con Mnemosina tuvo a las Musas después de 9 voluptuosas noches, con la ninfa Estix tuvo a Persefone, luego se dice que con Persefone engendró a Dioniso (divinidad de la embriaguez y el vino), aunque más bien Dioniso era una divinidad procedente de Tracia, donde se le atribuyó la invención del vino en el Monte Nisa. Por otra parte, interesa la diosa Atena (Palas, Atenaia o Atana), debido a que se le relaciona con la divinidad de los jueces, y que amparaba a los sabios y los artistas, siendo también la defensora del Derecho y la justicia. Además, castigaba cruelmente a los malvados, no obstante ser una real defensora (mitológica) del delincuente que obraba anublado por la pasión, ó que se conducía en sus acciones aun en contra de las leyes, obrando por más elevados principios. Aunque también se le relacionó con una divinidad guerrera, y sus mayores atributos son la discreción y la prudencia en el terreno de ser protectora de las artes y sabiduría, siendo sus elementos básicos la inteligencia y la pericia. Su origen más comúnmente aceptado, es que fue hija de Zeus, que la engendró de Metis, a quien un oráculo le dijo que algún día lo destronaría, también se refiere que brotó de una herida de la cabeza del propio Zeus, quien previamente la tragó para evitar tener un segundo hijo varón que lo destronara. Aunque hay otros relatos, por ejemplo, Heródoto (IV, 180) dice que su padre fue Poseidón, que ella no lo aceptó, y fue a pedir de Zeus la adoptase como hija. Por otro lado, Atena se relaciona con Asclepio (Esculapio), dios de la medicina, cuyo origen es probablemente la deificación de un héroe, siendo una buena muestra de la variedad de versiones, incluso incompatibles entre sí. Por su parte, Esculapio fue hijo de los amores de Apolo (hijo de Zeus y Letona, divinidad solar protector del arte y los oráculos, hermano de Diana, o Artemisa, divinidad lunar, de la noche y de la caza), y de la hija del rey de los Lapitas (Flegias), llamada Coronis. Esculapio se ha representado con una gran barba, un báculo y una serpiente enredada, a veces con un perro a sus pies. Una leyenda dice que la medicina nació cuando Apolo decidió que su hijo fuera enseñado por el centauro Quirón en el arte de curar las enfermedades de los hombres, además de que el propio Apolo le reveló varios secretos de la medicina. En otra versión, Atena dio a Esculapio un frasco con la sangre de la Gorgona Medusa, que era capaz de resucitar a los muertos y de dar la vida. Por otra parte, también se dice que Apolo pidió a Hermes (dios mensajero, de las fronteras y los viajeros, el ingenio y el comercio en general), que rescatara a su hijo del cuerpo de Coronis que ardía en el Hades, siendo luego llevado con Quirón (el centauro, quien le crió y enseñó el arte de curar y la caza). En realidad hay una buena cantidad de versiones, incluso de que fue un médico hábil posteriormente deificado como héroe, y procedente de Trica según los de Mesena, y de Telpusa según los de Arcadia. En otra versión se dice que fue padre de dos famosos médicos (Podalirio y Macaón) que en la Guerra de Troya curaban a los heridos.
Conclusión: Finalmente, la religión y mitología griegas son un extenso tema, particularmente en sus orígenes, incluido en animismo, cuyo estudio es en sí mismo muy complejo. Sin embargo, se puede afirmar que los griegos primitivos (cretense-micénicos), especialmente los del período antiguo, tuvieron tantas divinidades que prácticamente todo el cosmos e incluso la naturaleza inanimada, estaba poblada de seres y divinidades diversas. Con el paso del tiempo, y la evolución del pensamiento filosófico; en una civilización que se caracterizó por su tendencia a la especulación y libre discusión, influyó necesaria y progresivamente, tanto en la mitología, como en una religión no tan arraigada, ni asentada en dogmas. Aunque por otra parte, pero ya en el Imperio Griego, solo es hasta Alejandro Magno que en realidad se unifican, y en ese entonces ya la filosofía estaba muy desarrollada. (Es útil recordar, que Alejandro fue educado por Aristóteles).
Autor : Joel Fortunato Reyes Pérez
México
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