Tranquilos, no hay nada que cambiar;
Para nuestros hijos este legado:
el vicio de libertad coronado,
la ley dejando a la mafia andar,
las armas que no se quieren desarmar,
el pobre abandonado y desolado,
la triste juventud que a la fe deja,
la muerte del sentir que no se queja.
¿Quién osa a juzgarnos desiguales
con consideraciones inventadas?
¿Quién no quiere las almas hermanadas
andando hacia progresos terrenales?
¡Descubrámosles con nuestros fanales!
¡Señalemos mentiras heredadas!
Que el progreso concebirlo
El árbol es amplio
Una escuela de imperceptible
El océano abraza y crece
Desde que la niña hace
Una escuela de imperceptible
El océano abraza y crece
Desde que la niña hace
Acerca del autor
Soy pedro, autor(a) de este poema al que he titulado "Debida apología". He publicado un total de 1 poema(s) en este portal. Para mí sería un honor que conozcas más de mí y leas mis otros escritos...
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