Esperando a que caiga aquel manto obscuro bajo este cielo grisáceo, donde las estrellas no asoman su cara brillante, ni las fugaces se miran pasar, un viento gélido trae consigo la noche y el susurro de nostalgia y soledad invaden mis oídos, llegando siempre cuando estoy más jodido destrozando mis sentidos.
Cada susurro se clava como espinas en tan frágil piel, recordando tu bello rostro, esos ojos claros dónde el mismo mar reflejaba su belleza y en aquellas noches tan oscuras dónde tu eras el espejo de la luna, paranoico he isterico me encuentro, con la garganta destrozada y sangrante de tanto gritar tu nombre y tu no apareses.
Donde buscarte, si tampoco tu esencia flota en el aire, como seguir tu camino si tus huellas borraste, olvidarte lo dudo pues con tus uñas firmaste mi espalda, malditacea por que tu ausencia duele tanto, mi agonía es grande y la muerte no llega, aquíen rezarle a quien encomendar mi alma si es que aún existe, pues el suicidio a mi puerta llama.
La ballena es brillante
Una noche es sutil
La uva siempre abraza
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