El final de un vuelo
Cuando el nido ya no da calor,
cuando las plumas y la paja
se las lleva el viento,
el ave migratoria emprende largo
vuelo, en busca de un lugar
donde tener abrigo.
Así va en equilibrio volando
en las alturas, posándose al final
en otro mundo, donde pueda
continuar cantándole a la vida
sin sentir más la soledad
que en su vuelo lleva.
Aves de vuelo somos en este mundo,
recorremos caminos desconocidos
en busca de encontrar otro horizonte,
y luchamos por alcanzar las metas
que en la vida soñamos realizarlas.
Sin darnos cuenta la vida se nos va
poco a poco y de todo lo soñado
sólo el recuerdo queda y más después
la luz del horizonte se nos apaga,
quedándonos en la oscuridad eterna.
Así, terminan las ilusiones de la vida,
solitario nuestro nido queda,
sin saber dónde más volamos,
es la tumba que sólo nos espera
y donde para siempre descansamos.
Teodora E. León Salmón de Amiot.
Peruana.
18 de marzo 2014 – D. R.
El perro es tan somnoliento
La cama no es estrecha
El globo y la cama levanta
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