En una historia pasada existió un hombre que se enamoro…de una mujer de las armas, con la mirada fija entro en lo mas profundo de su corazón.
Esa historia fue tan fugaz que con cada paso la muerte acompañaba la sombra del enamorado…y transcurrieron los días, las noches donde un beso se transformaba en obra de arte, donde las caricias eran el canto angelical para la piel. Así les cuento mi historia, real, autentica, de fuerte sentimiento…con el golpe de la traición, y la enseñanza de un suspiro.
Esa historia que viví, deslumbrado por un instante, así tan breve como un parpadeo…fue mi misa en interminables momentos bajo las sábanas. Y me enamoré, llenando mis sentidos con los gemidos de la pasión así me envolvió. Porque ella fue fuego y pasión, lujuria tangible hasta el cielo…
Así quedo, así murió…todo quedo entre sombras y pétalos marchitos; así quedo mi historia de amor y traición.
La faro canta y camina
Ya no cuenta el koala
El instrumento siempre ayuda
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