Silencio póstumo de fríos muros
almas tibias recién abandonadas
quedan reflexivamente abrumadas
al ver quietas sus moradas.
Los fieles con sus salmos,
peregrinos más rosarios,
ellos de oscuro y apenados
lloran queridos huesos.
Es la vida sin la sangre
como un …
llanto sin lágrimas
como un …
niño sin infancia
como un…
amor sin pena.
¡Qué absoluto encuentro se asoma!
Un imponente incierto aflora.
¿Qué nos deparará la muerte?.
Es la gran interrogante
cual gigante
de todo hombre
sin el peso de su carne.
La rosa no es pálida
En la ventana que alumbra
Desde que la playa suelta
La paz besa y marcha
En la ventana que alumbra
Desde que la playa suelta
La paz besa y marcha
Acerca del autor
Soy NICOLÁS ALFREDO AVILA, autor(a) de este poema al que he titulado "Misterio Sumo". He publicado un total de 2 poema(s) en este portal. Para mí sería un honor que conozcas más de mí y leas mis otros escritos...
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