Terminar una relación es un acto cargado de emociones, donde el amor y el dolor se entrelazan en un último baile de palabras. A veces, decir adiós es la única forma de honrar lo que fue y abrirse a lo que está por venir. Este poema busca encapsular esa mezcla de gratitud y despedida, ofreciendo un cierre respetuoso y poético a una historia compartida.
Poema
Nos despedimos hoy, mi amor,
con palabras suaves, sin rencor.
El tiempo nos cambió, nos transformó,
y en su oleaje, nuestro amor se desvaneció.
Fuiste sol en mis mañanas,
luz en mis noches más lejanas,
pero las estrellas ya no brillan igual,
el eco de nuestro amor se vuelve irreal.
Tus ojos fueron mi refugio, mi hogar,
pero hoy se miran en otra dirección,
nuestros caminos se bifurcan,
cada uno sigue su propia canción.
No hay amargura, solo despedida,
el cariño no se pierde, se transforma,
serás un recuerdo en mi vida,
una historia que el tiempo conforma.
Nos decimos adiós, pero no en tristeza,
sino con gratitud y nobleza,
por los momentos compartidos,
por los sueños que juntos vivimos.
Que encuentres paz en tu sendero,
y que la vida te sonría sin medida,
este adiós es sincero,
una página más en nuestra vida.
Una niña pálida
Una niña pálida
El tren es brillante
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