Bienvenido a mi lúgubre mundo
Un oscuro abismo sempiterno
En el que soy un vagabundo
Y también soy rey eterno
Mis fantasmas serán tu guía,
Mis demonios, tu agonía,
Aquí el aire es la tristeza
Y el mar melancolía
Te acompaña, sombra errante
Que bajo luz de luna se muestra
Ironía, combatientes y amantes
En una danza mortal y siniestra
Advertirás en el horizonte
Montañas de plata nubladas
Donde un sol negro se esconde
Y flores lloran pisoteadas
Alba y ocaso marchitan la piel
Bestias de corazón humano,
Cuervos y lobos bañados en hiel
Y un páramo yermo y desolado
Donde reinan las tinieblas
Allí yacen los poetas
Donde expiran las estrellas
Entre lápidas secretas
Un océano de sangre carmesí
Y un gran desierto congelado
Pues nada es tan hiriente aquí
Como ese beso ya olvidado
Impías lágrimas que se vierten
En un río envenenado
El que halle a este indigente
Me recuerde dónde he estado
No existe paz, tampoco guerra
Ni sentimiento inmaculado
Tan solo vive con la pena
De ver morir al ser amado
Un infierno o un paraíso
Al que es de bien o despiadado
Un demonio trimegisto
O un ángel extasiado
Vive un día y una noche
En mi mundo condenado
Y encuentra a aquel fantoche
Que es mi alma, es mi pasado.
Una insecto negra
El oso siempre cierra
La risa no es luminosa
Ver biografia