Has vivido en un mundo de deseos, ¿no? puedes comprender lo que en el pecho llevo adentro, lo que quiero gritar pero no puedo, la voz de mi garganta no fluye has cortado las venas de la vida de mi voz, mientras desangro en balbuceo por tu amor, mirando al firmamento buscando fuerzas de donde no las hay a ver si te veo en un destello, que inmortalice lo que siento yo, te busco orándole a dios, pero no hay dios. Mi dios huye al pecado que a mi cuerpo sacude cuando en tu cuerpo milagro de la creación me inspiro yo.
Has visto aún un hombre llorar, lo lamento ese no seré yo, te aseguro que aunque por dentro se parte mi corazón del dolor que llevo solo por dentro, de mis ojos una lagrima no vera el mundo saliendo aunque tú puedes ver mi alma, puedas divisar mi amor el ardor del fuego mi espirito esta consumiendo, y ¿Qué haces me dejas morir en un silencio vacío a la propuesta de mi amor?
¿Acaso eres ciega?, ¿te regalo mis ojos? No puedes ver más allá de tu cielo, no ves que aquí un hombre se está destruyendo, muriendo, se está perdiendo y disparando a chorros directos de un corazón herido aun latiendo se desparrama amor y besa desde suelo hasta la estrella azul cerquita desde donde dios nos estaba viendo en ese sueño, no sé si lo tuviste igual que yo, solo sé que estábamos sonriendo yo te mandaba carta y se incineraban al tocar tu cuerpo, y rozaba tu cuello con mis dedos, veía con erguían en reacción todos tus vellos.
No entiendo como no comprendes el amor, ¿Cómo no escuchas mis sonetos, producto de tu inspiración? ¿Te regalo mis oídos?, quiero que escuches, que veas todo lo que mi mente ha pensado en ti, lo que ha construido, las palabras malgastadas, los momentos diluidos, los consuelos de mi hermana, los años vacíos, sin sentido, sin ganas, todo ese tiempo perdido en cortejar una bella dama.
¿Acaso no tienes vida? ¿Te regalo la mía?, sin tu saludo y sin entrelazar nuestro brazos esto ya no es vida, es miseria, es una ruina como el lugar que imagine donde solo tú eres reina y el manantial de la vida en la tierra fluía pensando en su princesa que vive conmemorando los recuerdos que yo lo di, que le entregaba, que es a mi vida noches de en vela daba y seguirá dando sin respuesta hasta que te pueda dar el buenos días al lado de mi cama.
Que melancolía abalea mis sentimientos y un valioso reo escapa a la injusticia de mi corazón ignorado, te has llevado mis suspiros, mi silencio mis valiosos pensamientos que son tuyos que son mi veneno que me mata por dentro y calcina el espíritu de mi vida de mis deseos que mueren en cuerpo, ahogándose en un desierto donde tú eres el agua a ese sufrimiento que de tus labios mi boca deseo empapar.
¿Piensas que no estoy sufriendo? No sabes que yo tantas cosas por ti profeso, mi religión, mi deseo en la oración por comulgar entre tus cabellos, tanto vivo yo que la paradoja de que te escribo porque no te veo, si lo hiciera de seguro a tu oído todo esto recitara, que yo te pienso porque si estuvieras aquí de t boca mil y un besos robara.
Hermosa eres de mis cumplidos cómplices, de mi corazón la energía para poder latir, de mis libros la inspiración para escribir, de mi alma la fuerza hasta para poder llorar, no sé qué decir lo resumo en que para mí tú eres mi todo, esta no carta no va con remitente anónimo va con la misma letra con que escribo todo lo que de mis sueños añora y en la hoja aunque me contradigo en cierto modo con la marca de agua una lagrima del llanto de dolor que brota de mis ojos.
La cama no es baja
Nunca marcha el oso
Una playa de triste
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